La imagen corporal y su incidencia en la actualidad

Vivimos en la sociedad de la Imagen; carteles, televisión, cine, publicidades por todos lados, todos elementos cotidianos en nuestro discurrir acerca de la satisfacción con nosotros mismos y nuestras interacciones con los otros.

Los centros comerciales se caracterizan por poseer grandes vidrieras, televisores panorámicos y la moda se nos filtra en toda nuestra vida cotidiana, sin que nos demos cuenta, sin que podamos hacer mucho con ello, el mensaje entra a través de esas imágenes cargadas de colores y expresión.

Este exceso de predominancia de la imagen en nuestra cultura, me invita y nos invita a reflexionar acerca de cómo se perciben, cómo se ven las personas a sí mismas frente a la cantidad de estímulos visuales que recibe a diario, como se enfrenta y adapta a preguntas de como vivir con el cuerpo que tenemos, como actuarlo, como disfrutarlo, como encajar en un modelo o más complejo aún, en cual?

Preguntas como qué es lo que ven las personas cuando se miran al espejo, si ven lo que quieren ver, si están satisfechas con su imagen, que expectativa tienen, en este mundo virtual lleno de ilusiones, fantasías y poco contacto con el otro y sus diferencias, temas de los cuales parece hablarse mucho y tratarse poco en espacios adecuados para dar lugar a lo singular de cada persona.

Estas líneas pretenden hacer un pequeño desarrollo de análisis sobre la autoimagen y la incidencia de las variables de nuestro ambiente actual, en lo social y en lo individual.
Pongo en foco a mujeres, hombres y niños, acercándonos para conocer cuál es el concepto que tienen de sí mismos en cuanto a la percepción visual de su cuerpo, tanto por dentro como por fuera.

El problema no es sencillo y las implicaciones del mismo son complejas dada la red de interrelaciones que se establecen por la relevancia del cuerpo, no ya solo como entidad física sino como fundamento de la existencia humana.
Cada persona habita en un cuerpo y cada cuerpo es percibido y construye el mundo que le rodea y sus propias manifestaciones, cada circunstancia, cada experiencia, contribuye a delinear y transformar la esencia en continua evolución, tejiendo así la trama de relaciones que nos sostiene.
En la actualidad asistimos a un continuo conflicto con la imagen corporal que se presenta con distintas caras, en relevantes problemas de salud como lo son la anorexia, la bulimia y otros trastornos de alimentación, sin dejar al margen la obesidad como enfermedad crónica.

Shilder define la imagen del cuerpo como aquella representación que nos formamos mentalmente de nuestro propio cuerpo, es decir, la forma en que éste nos aparece.

Marsh y Shavelson, basándose en el modelo enunciado por Shavelson, Hubner y Stanton (1976), proponen la siguiente definición de autoconcepto: El autoconcepto, brevemente definido, es la percepción que tiene una persona sobre sí misma. Esta percepción se forma a través de las interpretaciones que hacemos sobre las experiencias que nos ocurren. Y está influido especialmente por las evaluaciones que hacen los otros significativos, por los refuerzos, y por las atribuciones que hacemos sobre nuestra propia conducta”. (p. 107).

Podemos abrir la hiancia de la pregunta en el devenir de este texto de porque muchas veces no podemos dar ese paso que nos permita sentirnos mejor, alcanzar lo que decimos querer o necesitar para nuestro propio bienestar, hasta incluso hacemos todo lo contrario a lo que decimos querer alcanzar.

Rescato una definición de Freud hablando sobre el conflicto: El conflicto subyuga porque se basa en una desconcertante mezcla de amor y odio…
…Y perdura en el tiempo porque las partes temen lo que podría pasar si se resolviera

Es paradojal, por eso elijo abrir la posición a sostener y construir de poder finalmente discernir que Nuestro obstáculo no es el conflicto sino cómo reaccionamos frente a él

Paralelamente podemos comprobar como proliferan las clínicas de cirugía estética y las publicidades sobre tratamientos mágicos, debido a que cada vez más personas deciden operarse para sentirse mejor con sus cuerpos, para modificar una parte con la que no se encuentran a gusto, bien por iniciativa propia, bien por respuesta a la presión social de modelos que dirigen e incluso manipulan la percepción que poseemos de nosotros mismos.
Una persona por lo tanto, debido a un problema neurológico, puede tener problemas de percepción pero ¿qué pasa con la percepción de personas sanas ?.

Otro elemento importante que permite enfocar este trabajo es la incidencia cada vez mayor de enfermedades psicosomáticas de origen controvertido que son fuente de discusión entre los especialistas y que se relacionan a su vez con un problema incipiente: el estrés. Padecimientos de causas sin identificar son comunes y las estrategias para mejorar la calidad de vida y evitar estos padecimientos no son muy claras y esto nos invita a considerar necesario estudios que faciliten un diagnóstico y posterior aplicación de los recursos necesarios para mejorar la realidad y las expectativas.

Todas estas problemáticas pueden abordarse en forma multidisciplinaria en un espacio diseñado especialmente, para empezar a pensar acerca del malestar, la aceptación, la frustración, las expectativas, lo que esperamos de nosotros. Es desempañar los lentes con que miramos el mundo y desarrollar nuestra crítica para elegir mejor lo que es más saludable para nuestro cuerpo y nuestro interior.
Los cambios pueden tratarse en pocos encuentros trabajando desde la asertividad personal.

Aquí algunas preguntas para que se haga así mismo, que miden el grado de malestar o ansiedad que experimenta en situaciones sociales.
Se trata de diferentes situaciones sociales. Mida su satisfacción personal:

….. En reuniones donde conozco poca gente.
….. Cuando estoy con personas atractivas de mi mismo sexo.
….. Cuando hago ejercicio físico.
….. Cuando llevo ropa ajustada.
….. Cuando alguien elogia mi apariencia.
….. Cuando me critican por mi apariencia.
….. Cuando pienso como me veían antes.
….. Cuando el tema de conversación es sobre la apariencia
….. Si voy vestido distinto a otras personas en un acontecimiento social.

Ordene en jerarquía de menor a mayor satisfacción estas situaciones que pueden producen malestar y/o ansiedad.

Erickson señala que la principal tarea del adolescente es la búsqueda de su propia identidad y ello implica, en primer lugar, la coherencia de la imagen del cuerpo del cual depende la unidad de la persona.

Desde la perspectiva de la sociología  Zenón Pereyra nos explica que la marca de la religión, el mito, las ideologías, las costumbres y fundamentalmente la marca de las clases sociales, son mediaciones que fundan el modo de pensar, el sentir y el usar los cuerpos.

Para el mismo Zenón somos intérpretes e interpretados en un constante diálogo corporal.

 

Lic.Mariela Walenten
Psicóloga UBA-MN 37.264
Mediadora y especialista en trastornos de alimentación.
Coordinadora de grupos.
Pacheco de Melo 2655 4º 23 (1425) Capital Federal
Tel: 4805-1473 / 155-657-1910

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